La Navidad es el momento mágico donde se festeja el nacimiento de una esperanza; por ello, sea cómo se dé este año, en nosotros puede seguir la luz de la esperanza, en nuestro corazón.
Así podemos honrar la «Vida recibida«, también con las circunstancias que la rodearon y abrirnos a festejarla día a día, momento a momento, diciendo:
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¡Sí!
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¡Me quedo!